Primer amor [b]

Vals

Tangotexte: Ernesto Pierro

Una cita primera en la tarde de abril:
el otoño es dorado en las hojas;
la ilusión, un candil en los ojos;
la ansiedad, un temblor en la boca.
Ella dice que el cielo quisiera alcanzar;
él sonríe y le tiende su mano.
Se ve felices a esos aprendices del amor paseando
por la gran ciudad,
tan lejanos a la soledad.

Y esa noche la magia se asoma
y en el cuarto se huele a rocío;
ellos sienten que el tiempo se puede parar
¡y que el cielo se puede alcanzar!
Ella dice ¡te quiero! y reclama.
El responde ¡te quiero! y entrega.
Y el amor les derrama su savia, les presta sus alas,
los deja volar.

La mañana regresa. Es domingo y hay sol.
La ciudad despereza con calma.
En un cuarto que huele a rocío
ellos cubren su piel y su alma.
Cada cual por su lado se los ve partir,
del destino del mundo olvidados.
Por unos días andan muy callados, algo atolondrados.
Se les pasará
al volver sus labios a juntar.